Cuando estará casi llegando al punto de mayor altitud del itinerario, encontrará la fortificación del Casol de Puigcastellet obra de los iberos ausetanos que controlaron el territorio de la actual Osona y construyeron importantes poblados y fortificaciones en colinas estratégicos. El Casol de Puigcastellet (siglo III aC), situado en las primeras estribaciones de las Guilleries, dominaba el corredor del Ter hacia las llanuras gerundenses.