SL-C 73 Las encinas de Can Portell

Dificultad baja
Dificultad media
Dificultad alta
Longitud: 3,1 km
Dificultad: Media
Duración aprox. a pie: 1 h 10 min

Punto de inicio: Centre d’Informació d’Hortsavinyà. Veïnat d’Hortsavinyà (Tordera). Aviso: el Punto de información está cerrado temporalmente

El itinerario está señalizado con hitos con marcas blancas y verdes, con la indicativo SL-C 73. Es recomendado para todos los públicos. En este itinerario hay plafones en braille, adaptados a personas con disminución visual que puedan hacer el itinerario siempre acompañadas. Algún tramo coincide con pistas abiertas al tráfico. Este itinerario alterna tramos de antiguos caminos de bosque con pistas forestal. Hay que decir que tiene  algún desnivel fuerte.

El hito de inicio del itinerario se encuentra en el Centro de Información de Hortsavinyà. Vamos hacia delante de la iglesia; desde aquí tenemos una buena panorámica del vecindario central del término de Hortsavinyà, del cerro de la Grimola con las primeras perchadas de la obaga del Montnegre y, más hacia mediodía, del mar. Desde la iglesia cogemos la pista en dirección a Tordera. Una vez nos encontramos al cuello de Palomeres, a mano izquierda, hay la entrada de un antiguo camino de basto, utilizado por carboneros y traginers. Por este camino nos adentramos en un bosque lleno de encinas y alcornoques, acompañadas por especies como la falzia negra, el madroño o el helecho de bosque.

Unos metros más allá encontramos una pista que cogeremos a la izquierda, bajando, hasta llegar a un fresco fondal, donde nace la riera de Pineda, con vegetación de ribera como el vern, el avellano o lo gatell. Continuamos por el itinerario y llegamos a un pequeño cuello donde tomamos el camino de la izquierda que nos conducirá hasta el alojamiento rural Can Pica; seguimos por la pista ancha hasta llegar al horno de cal. Justo ante el horno, cogemos un camino cerrado con un candado.

Llegados al bache de Can Pica podemos ver laureles, aladerns, cerezos y un gran chopo. Enseguida cogeremos el camino a mano derecha que nos llevará a las encinas de Can Portillo.

Volvemos atrás y retomamos el camino hacia la derecha. La pista sigue arriba y para salvar un desnivel muy repentino cogemos el camino que sube por la izquierda. Más adelante vemos la iglesia elevada. Volvemos al camino ancho que nos dirige al roc del Gamarús, una roca de piedra calcárea de diecisiete metros de altura dónde, probablemente, hace tiempo debía de encontrar refugio lo gamarús, pájaro rapaz nocturna muy abundante en el Montnegre. Camino arriba, al poco de una curva, llegamos a unas feixes donde hay una área de recreo con mesas y bancos.

A medida que nos vayamos acercando al centro de información, podemos imaginarnos como era hasta los años setenta el conjunto central del pueblo de Hortsavinyà. A la izquierda, la iglesia, el cementerio y la vicaría, hoy desaparecida; el campanario, que toca las horas y que anunciaba acontecimientos importantes. Al fondo, Can Pagenet, que fue la escuela del pueblo hasta el 1967. A la derecha, el centro de información, que fue el hostal hasta el 1985, y años atrás, cuando el pueblo tenía ayuntamiento propio (hasta el 1930), acogía el consistorio. En los mejores tiempos del carboneo, los sábados, la barbería era atestada, y los domingos y fiestas señaladas, a la plaza del pueblo había baile con músicos o manubri, donde acudían pandillas que estaban a tres o cuatro horas de camino, además de la gente de las masías. Finalizaremos nuestra ruta en el Centro de Información de Hortsavinyà.

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