Barracas de viña |
Son frecuentes donde la viña se expandió durante los siglos XVIII y XIX. Se utilizaban para guardar las herramientas y guarecerse del mal tiempo cuando la viña estaba lejos de la casa. En Talamanca la expansión vinícola fue notable y significó el retroceso del bosque, la bonanza económica y el máximo demográfico de 538 habitantes en 1857. Fijaos en la arquitectura popular: la anchura de los muros, la cúpula y las cuñas (piedras angulosas) situados estratégicamente para consolidar los muros sin cimentar (técnica de la «piedra seca»). La llegada de la filoxera (insecto que ahoga las cepas) hacia 1890, provocó la crisis vinícola y de rebote, se inició el descenso demográfico del pueblo.