Este escarpado mirador nos ofrece una de las vistas panorámicas más impresionantes del espacio natural. Aquí vemos parcialmente el pantano de Sau, los riscos de Cabrera, el plan de Aiats, Tavertet, el Faro, el valle de Sau, las Guilleries y el Montseny con la silueta característica de las Agudes y el Matagalls. En la punta más avanzada del mirador, observando este maravilloso paisaje, se encuentra la Virgen de los Riscos.
Sobre el Salto de la Minyona existe una leyenda popular que Verdaguer menciona en la narración de los leñadores:
"... i allargant-se més fins a on sóc, en enrrocat i altíssim cingle, anomenat de la Minyona, per haver-nhi saltat, segons diuen sense fer-se mal, daltabaix, amb tot que té més de cent canes dalçaria, una donzella, sols per a ésser a temps a casar-se puig lhora anava a caure. (...) "
La leyenda cuenta la historia de una chica que se precipitó por el risco para llegar a tiempo a misa. Al ver su buena voluntad, Dios decidió salvarla de una muerte segura. Viendo que había salido bien parada, la chica intentó de nuevo su suerte, esta vez para encontrarse con su enamorado. La leyenda cuenta que Dios decidió no protegerla esta segunda vez.
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